Feliz Beltane, Estimada Peregrina
Aprovecho la magia de la noche de Beltane para escribirte estas letras. Quizás a principios de año hubiera sido un mejor momento para comenzar estas misivas; en realidad, cualquier instante es válido para iniciar algo. Pero ¿qué mejor noche que esta, cuando los velos entre mundos se disipan, para comenzar esta relación epistolar?
Equinoccio: La fugacidad del equilibrio
Hoy quiero invitarte a reflexionar sobre la importancia de los cambios y de los movimientos que nos regala el paso del tiempo. La energía fluye de formas cambiantes, con patrones cíclicos que marcan los días en el calendario y señalan estos tiempos de transformación. El constante ciclo de traslación de la Tierra nos asegura que el cambio sucederá sí o sí; esa es la única certeza. En medio de la incertidumbre, solo existe esta seguridad.
La rueda de la Vida
Hasta hace no mucho tiempo la vida de las personas dependía de la observación de lo que acontecía a su alrededor. El ritmo del ser humano seguía de manera orgánica el ritmo de la Tierra.
La rueda del año es seguir el ciclo de las estaciones, viviendo en sintonía con el ciclo de la naturaleza.
Sintonizarse, hoy en día, con el ritmo de la naturaleza ayuda a regular el reloj biológico. Se regulan ritmos circadianos (a lo largo del día) y, sobre todo, ciclos físicos, emocionales y mentales a lo largo del año y de la vida.