Peregrinación Mt Shasta
Donde Cielo y Tierra se encuentran
del 17 al 26 de Septiembre de 2024
Mi conexión con Shasta
La primera vez que pise Mt Shasta sentí que regresaba a un lugar conocido, me sentía cómoda, en casa. Daba igual que sendero tomara, todo me resultaba familiar. Ciertos lugares me provocaron visiones espontaneas. Extrañada sentía que no era la primera vez que estaba en este lugar.
A través de los años y de los viajes, afiné mi conexión con la montaña sagrada deShasta, un lugar en el planeta que da estructura y significado a la vida e invita a conectar con nuestra esencia, activando el propósito de alma.
Durante la pandemia perdí las ganas de viajar, todo lugar me era ajeno, sólo un país no dejo de irradiar su llamado, y en ese país dos poderosos lugares me llamaban: Shasta y Hawaii. Ambos pulsaban y latían con fuerza arrebatadora.
Mt Shasta, donde Cielo y Tierra Se encuentran
PEREGRINACIÓN
Mt Shasta
del 17 al 26 de Septiembre de 2024.
El Monte Shasta es uno de los lugares del planeta donde Cielo y Tierra se encuentran a diferentes niveles: a nivel físico, simbólico, mítico y vibracional.
Y, a todos estos niveles, la energía del Primer Chakra de la Tierra actúa. En esta peregrinación te propongo una conexión desde tu parte más física y tu parte más sutil. Una conexión con tu esencia, reconociendo y recordando el propósito de por que tu ser decidió encarnar en el planeta tierra. Estas prácticas se realizarán desde la conexión de la vibración de familia álmica, que te brindará apoyo y sostén en tu caminar.
Esta peregrinación está inspirada en la constitución energética del planeta y del ser humano. El propósito de alma vendrá a nosotros de forma consiente o incosciente, por que el simple hecho de pisar la Tierra Sagrada de Shasta comenzará la apertura de tu ser a recibir tu energía más sublime.
Con anterioridad al viaje se propondrá una integración de cuerpo físico, mental y emocional, para posteriormente activar el cuerpo de luz y facilitar esta integración en la peregrinación a la Montaña de Shasta.
Shasta llama, la peregrina escucha...